El problema con los triángulos amorosos
Hace un tiempo hice una encuesta en mi instagram, una de las
preguntas era ¿Te gustan los triángulos amoroso? y sorprendentemente esa
pregunta termino en un empate.
Aunque existe varios tipos de triángulos amorosos que
suelen clasificarse de acuerdo a la naturaleza de las relaciones, todas en
esencia son los mismos, tres personas envueltas por el mismo amor.No en todos los triángulos amorosos dos de los involucrados se odian o se desprecian, como lo vimos en Crepúsculo con Bella, Edward y Jacob. En algunos se aman tanto los unos con los otros, que les resulta imposible que ser felices separados, como se ve en Cazadores de sombras con James, Tessa y Will, y luego con Cristina, Mark y Kieran.
Algunos triángulos incluso tienen una naturaleza mucho más
amistosa como en Harry Potter con Harry, Ron y Hermione.
Y podría estar mencionando una gran cantidad de triángulos
amorosos en libros de fantasía y no terminaríamos nunca, pero ese no es el
punto.
El punto aquí es que la encuesta me hizo pensar que han
visto tantos triángulos amorosos tan mal desarrollados que han perdido la fe en
ellos, o por lo menos el interés.
Y aquí va mi primer concejo, no pueden colocar a dos
personajes para disputarse por la o el protagonista simplemente porque es la o
el protagonista. Debe haber muchas más razones, toda una historia de razones.
En la vida real los sentimientos no parecen de un segundo a otro, siempre hay
una razón. Por ejemplo, uno de los triángulos amorosos que más me han gustado
es el de Alec, Clary y Jace de Cazadores de Sombras. Hubo una razón de ser
detrás de ese triángulo que tuvo mucho peso en Alec, primero, su enamoramiento
por Jace lo hizo darse cuenta de que era gay, un gran detalle en su
personalidad, y de cierta forma eso lo ayudo a que entendiera más rápido sus
sentimientos cuando conoce a Magnus. Un triángulo amoroso con propósito.
Así que ese es mi más
grande problema son los triángulos amorosos, que algunos son forzados y parecen
ser puestos allí solo para agregar morbo a la trama sin atribuirle nada más.
Yo jamás había incluido triángulos amorosos en mis novelas
hasta que escribí Tres Días de Verano, pero allí el centro de la historia no
era el triángulo, sino la despedida de un amor, el triángulo solo tuvo la
función de hacer pensó en los sentimientos de Anna para que dejará ir a
Julieta, porque ya amaba a alguien más. Si Anna no hubiese estado en una
relación estable el final de Tres Días de Verana hubiese sido muy distinto, así
que en este caso funciono para dar pistas del final melancólico desde los
inicios.
Así que estoy a favor de los triángulos amorosos que
tengan peso en la trama y que no solo estén por estar.
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